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Las promesas de Trump para su primer día si es elegido en 2024


Mientras Donald Trump hace campaña para su posible regreso a la Casa Blanca en 2024, uno de los temas más discutidos es qué planea hacer en su primer día de regreso al cargo. A lo largo de su campaña, Trump ha hecho 41 promesas distintas de acciones que afirma que emprenderá el “primer día” de su presidencia, y estas promesas van desde enormes cambios de políticas hasta controvertidas órdenes ejecutivas. Estas promesas han atraído la atención generalizada de partidarios y críticos por igual.
Las promesas de Trump para su primer día si es elegido en 2024




En esta entrada del blog, analizaremos algunas de las promesas más destacadas que Trump ha hecho para su primer día, la viabilidad de estas promesas y los desafíos legales o logísticos que pueden enfrentar. También compararemos su retórica actual con promesas similares de su campaña de 2016, brindando contexto sobre cómo estas acciones pueden o no desarrollarse.



1. Represión de la inmigración: deportaciones masivas y fin de la ciudadanía por nacimiento



Una de las promesas más agresivas de Trump tiene que ver con la inmigración. Se ha comprometido a iniciar lo que describe como “la mayor operación de deportación en la historia de Estados Unidos”. Además, quiere poner fin a todas las llamadas “políticas de fronteras abiertas” promulgadas durante el gobierno de Biden. Estas políticas están diseñadas para indicar una fuerte ofensiva contra la inmigración, un tema central en la plataforma política de Trump tanto en 2016 como en su campaña actual.



Sin embargo, ejecutar deportaciones masivas en la escala que ha sugerido Trump presenta una serie de desafíos importantes. En primer lugar, las barreras logísticas (como la coordinación de agencias federales, tribunales y fuerzas de seguridad) hacen que sea casi imposible lograr deportaciones a gran escala de la noche a la mañana. Además, una acción de ese tipo probablemente enfrentaría importantes desafíos legales, ya que los inmigrantes, incluidos aquellos protegidos bajo diversos estatus legales, tienen derecho al debido proceso conforme a la Constitución de Estados Unidos.



Además, Trump ha dicho en repetidas ocasiones que pondría fin a la ciudadanía por derecho de nacimiento, una política consagrada en la 14ª Enmienda de la Constitución, que otorga la ciudadanía automática a las personas nacidas en suelo estadounidense. Los expertos legales coinciden ampliamente en que eliminar la ciudadanía por derecho de nacimiento requeriría una enmienda constitucional. Incluso si Trump intentara lograrla mediante una medida ejecutiva (por ejemplo, ordenando a los estados que no emitan certificados de nacimiento), es casi seguro que los tribunales la bloquearían. Omar Jadwat, director del Proyecto de Derechos de los Inmigrantes de la ACLU, ha calificado esa medida de “descaradamente inconstitucional”.



¿Puede Trump realmente lograr esto?



Si bien los presidentes tienen autoridad sustancial en materia de inmigración, cualquier política que viole las protecciones constitucionales enfrentaría un escrutinio judicial inmediato. Además, incluso las deportaciones legales pueden demorar meses o años debido a los procedimientos legales necesarios. Por lo tanto, aunque Trump pueda intentar cumplir con estas promesas, parece altamente improbable que las cumpla el “primer día”.



2. Revertir las políticas climáticas y energéticas: derogación de los mandatos sobre vehículos eléctricos



Otro punto clave de la agenda del primer día de Trump es desmantelar las políticas ambientales promulgadas durante la administración Biden. Trump ha prometido derogar lo que él llama el "mandato de vehículos eléctricos" de Biden, una referencia a varios incentivos y regulaciones diseñados para aumentar la producción y el uso de vehículos eléctricos (VE).



Si bien Trump podría, en teoría, deshacer algunas medidas ejecutivas adoptadas por la administración Biden, no sería posible eliminar los incentivos federales para los vehículos eléctricos sin la aprobación del Congreso. Muchos de estos incentivos, como los créditos fiscales para los compradores de vehículos eléctricos, están incorporados en leyes aprobadas por el Congreso y no pueden ser derogados por el presidente solo. Además, dado el cambio global hacia la energía renovable y la creciente rentabilidad de los vehículos eléctricos, una medida de este tipo podría enfrentar el rechazo de la industria automotriz y de los grupos ambientalistas por igual.



Viabilidad de la derogación de los mandatos de vehículos eléctricos



Trump puede intentar utilizar decretos ejecutivos para frenar ciertas iniciativas gubernamentales relacionadas con los vehículos eléctricos, pero una derogación total de los incentivos probablemente sería imposible sin el apoyo legislativo. Además, la reversión de las políticas ambientales también podría dañar el papel de liderazgo de Estados Unidos en los acuerdos climáticos globales, lo que podría llevar a una posible repercusión diplomática.



3. Prohibir a las mujeres transgénero participar en deportes femeninos



Una de las promesas de Trump más polémicas a nivel social es su promesa de “prohibir a las mujeres transgénero participar en deportes femeninos” desde su primer día en el cargo. Esto forma parte de su campaña más amplia para acabar con lo que ha denominado “locura transgénero” en las escuelas y la sociedad. Trump ha sugerido que tomará medidas ejecutivas inmediatas para prohibir que las mujeres transgénero (aquellas que se les asignó el sexo masculino al nacer pero que se identifican como mujeres) compitan en deportes femeninos.



Si bien esta promesa ha obtenido el apoyo de algunos grupos conservadores, también enfrenta importantes obstáculos legales. Las leyes federales de derechos civiles, incluido el Título IX, protegen a las personas de la discriminación basada en el sexo y la identidad de género. Cualquier intento de implementar una prohibición para los atletas transgénero enfrentaría desafíos legales con el argumento de que viola estas protecciones. También vale la pena señalar que los estados controlan actualmente sus propias regulaciones deportivas de escuelas secundarias y universidades, lo que significa que los gobiernos estatales probablemente también cuestionarían la extralimitación federal.



Desafíos legales a esta política



Implementar una prohibición de este tipo a nivel federal requeriría una navegación cuidadosa tanto en el sistema legal de Estados Unidos como en la soberanía estatal sobre las regulaciones deportivas. Dadas las numerosas protecciones legales vigentes para las personas LGBTQ+, Trump probablemente enfrentaría batallas judiciales que podrían impedir la ejecución inmediata de este plan.



4. Educación: Recorte de fondos federales para escuelas que enseñen la “teoría crítica de la raza”



Trump ha hecho de la reforma educativa otro de los puntos centrales de su agenda del primer día. En concreto, ha prometido recortar la financiación federal a las escuelas que enseñan lo que ha descrito como “teoría crítica de la raza” e “ideología transgénero”. En más de 80 ocasiones, ha prometido penalizar a las escuelas que sigan discutiendo estos temas, calificándolos de perjudiciales para los valores estadounidenses.



Si bien Trump puede ejercer presión sobre la educación a través de políticas federales, necesitaría el apoyo del Congreso para cambiar la forma en que se asignan los fondos federales a las escuelas. Actualmente, no existen mandatos federales que condicionen la financiación de la educación a la ausencia de debates relacionados con la raza o el género. Además, las escuelas públicas están gobernadas en gran medida por los gobiernos estatales y locales, lo que significa que el control federal sobre los planes de estudio es limitado.



¿Puede Trump realmente recortar la financiación de las escuelas?



Aunque Trump puede amenazar con recortar los fondos federales, para ello es necesario cambiar las leyes existentes. La probabilidad de que el Congreso apruebe esos cambios, especialmente en un entorno políticamente dividido, es escasa. Además, los intentos de hacer cumplir esos cambios probablemente se enfrentarían a impugnaciones legales, especialmente dadas las protecciones existentes a los derechos civiles.



5. Revisando las promesas del primer día de Trump



Es importante comparar las promesas actuales de Trump con las que hizo durante su campaña de 2016. Al llegar a la Casa Blanca en enero de 2017, Trump tomó una serie de medidas ejecutivas para poner en marcha la agenda de su administración. En su primer día, firmó una orden para comenzar a desmantelar la Ley de Atención Médica Asequible y emitió una congelación de las regulaciones gubernamentales pendientes. Poco después, promulgó políticas más controvertidas, como la prohibición de viajes a personas de países predominantemente musulmanes.



La lista actual de promesas de Trump para el primer día es mucho más extensa que en 2016, pero el patrón de recurrir a medidas ejecutivas sigue siendo similar. Sin embargo, una diferencia clave es la gran amplitud y audacia de sus nuevas promesas, muchas de las cuales desafiarían normas legales y constitucionales establecidas.



6. ¿Se harán realidad estas promesas?



Si bien las promesas de Trump para su primer día en el cargo son ambiciosas, muchos expertos legales sostienen que la mayoría de ellas son inconstitucionales o logísticamente inviables. Los presidentes ejercen un poder ejecutivo significativo, pero aún están limitados por precedentes legales, controles y contrapesos y la propia Constitución. Muchas de las propuestas de Trump, especialmente las relacionadas con la inmigración y la educación, probablemente se verían bloqueadas o demoradas por impugnaciones legales.



Además, incluso las políticas que están dentro de la autoridad del presidente pueden tardar meses o incluso años en implementarse plenamente. La realidad de gobernar es mucho más compleja de lo que sugiere la retórica de campaña, y si bien Trump puede intentar derribar barreras legales, es probable que se enfrente a una resistencia significativa de los tribunales, el Congreso y los grupos de defensa.



Conclusión



La larga lista de promesas de Trump para el “primer día” puede resultar atractiva para su base, pero la ejecución práctica de esas políticas probablemente será mucho más complicada. Desde deportaciones masivas hasta la prohibición de que las mujeres transgénero participen en deportes, los obstáculos legales y logísticos para esas promesas son sustanciales. Si bien el primer mandato de Trump se caracterizó por un uso significativo de órdenes ejecutivas, su segundo mandato podría definirse por los intentos de ampliar aún más los límites del poder ejecutivo.



Para quienes siguen de cerca las elecciones de 2024, es esencial seguir siendo críticos con las promesas de campaña y considerar las realidades legales de lo que cualquier presidente puede lograr en su primer día en el cargo. Mientras Trump busca recuperar la Casa Blanca, la brecha entre la retórica de campaña y la gobernanza se pondrá a prueba una vez más.

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