En el pasado mes de mayo, el Festival de Cine de Cannes se convirtió en el epicentro de una intensa controversia que ha captado la atención de la prensa y del público en general. La película que desató la polémica se titula "Dees" y es dirigida por el cineasta Idan Ali Abasi. Esta obra cinematográfica ha sido objeto de un considerable revuelo, principalmente debido a su enfoque biográfico sobre una figura pública sumamente controvertida: Donald Trump. La elección de este tema no es casual y, a medida que se revelan más detalles, la película promete seguir generando debate y controversia.
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"Dees" se centra en la juventud de Donald Trump, un periodo en el que el futuro expresidente estaba comenzando a forjar su carrera en el mundo de los negocios. La película explora su relación con un prominente tiburón de las finanzas, un abogado conocido como el brazo derecho del senador Joseph McCarthy. McCarthy, famoso por sus audaces tácticas durante la Caza de Brujas en la década de 1950, estableció una alianza con Trump en un contexto lleno de engaños y corrupción. La historia narrada en "Dees" ofrece un vistazo a los oscuros y tumultuosos comienzos del magnate inmobiliario, que más tarde se convertiría en el 45º presidente de los Estados Unidos.
Uno de los aspectos más controvertidos de la película es la manera en que retrata a Trump y sus acciones durante su juventud. La película incluye escenas que han sido descritas como extremadamente provocativas, y que han generado una gran cantidad de críticas y discusiones. Entre estas escenas, una en particular ha llamado la atención: la representación de una liposucción que, según los críticos, pretende mostrar un lado oscuro y controversial de Trump. Además, el guion aborda una alegación de violación dirigida contra Trump, relacionada con su primera esposa, Ivana Trump. Esta acusación, que Ivana hizo en su momento, no llegó a ser procesada en los tribunales, pero ha sido revivida en el contexto de la película.
El enfoque de "Dees" ha sido recibido con una mezcla de indignación y curiosidad. Donald Trump, quien ha tenido una carrera llena de polémicas y enfrentamientos legales, ha respondido con desdén a la representación de su vida en la pantalla grande. Desde el momento en que la película fue presentada en el Festival de Cannes, Trump ha manifestado su descontento y ha anunciado que tomará medidas legales contra la producción. En particular, ha señalado su intención de demandar a los cineastas por lo que él considera una representación difamatoria y maliciosa de su persona.
La respuesta de Trump no se hizo esperar. Su equipo legal envió una carta de cese y desistimiento a los cineastas de "Dees", en la que se describe la representación de la violación a Ivana como una difamación que busca perjudicar su reputación. Esta carta es parte de un esfuerzo mayor por parte de Trump para contrarrestar lo que él considera ataques injustos y falsos contra su imagen. A lo largo de su vida, Trump ha sido acusado por más de 25 mujeres de agresión o acoso sexual, y las acusaciones en la película parecen ser una extensión de estas alegaciones.
El drama de "Dees" está ambientado en la década de 1980, un periodo que se presenta en la película como lleno de decadencia y corrupción. Esta ambientación temporal no es trivial, ya que se alinea con una imagen de los años 80 como una época de excesos y escándalos. La película, producida por BRC Entertainment, una compañía relativamente pequeña en el ámbito cinematográfico, se adquirió en junio para su distribución en Estados Unidos. Aunque BRC Entertainment ha trabajado anteriormente en thrillers como "Memory" y "Fahrenheit 119", "Dees" representa un giro hacia un tipo de narrativa más centrada en la figura de Trump y su influencia en el mundo financiero y político.
El 11 de octubre de 2024 está programado el estreno de "Dees" en los cines de Estados Unidos, y la expectativa es alta. La película no solo ha suscitado interés por su contenido polémico, sino también por la reacción de Trump y sus intentos de frenar su difusión. La situación refleja un conflicto continuo entre la representación artística y la figura pública, un tema recurrente en el debate sobre la libertad de expresión y los derechos de los individuos a proteger su reputación.
La polémica en torno a "Dees" no solo se limita a su contenido, sino también a la manera en que aborda y retrata temas sensibles relacionados con la vida de Trump. La película se suma a un largo historial de representaciones mediáticas de Trump, cada una con su propio enfoque y grado de controversia. Sin embargo, "Dees" se destaca por su intento de explorar aspectos de la vida privada y los escándalos que han marcado la carrera de Trump, generando una discusión sobre hasta qué punto el arte puede y debe intervenir en la vida de las figuras públicas.
En resumen, la película "Dees" de Idan Ali Abasi ha generado un considerable revuelo desde su presentación en el Festival de Cannes, con una narrativa que se adentra en los aspectos más oscuros y controvertidos de la vida de Donald Trump. Con una trama que incluye escenas provocativas y alegaciones serias, la película ha sido objeto de una respuesta legal por parte del ex presidente, que busca proteger su imagen y reputación. La trama, ambientada en los años 80 y vinculada a figuras prominentes como Joseph McCarthy, ofrece una visión crítica y provocativa del mundo financiero y político en el que Trump se movía en sus primeros años. A medida que se acerca la fecha de estreno en cines, la controversia en torno a "Dees" sigue creciendo, prometiendo mantener al público y a los medios de comunicación en vilo.
En mayo de este año, el prestigioso Festival de Cine de Cannes fue el escenario de una película que rápidamente se convirtió en el centro de atención debido a la controversia que provocó. La película en cuestión está dirigida por el prometedor cineasta, Idan Ali Abasi, cuyo trabajo ha sido conocido por ampliar los límites y desafiar las normas sociales. Su último trabajo, una película biográfica sobre Donald Trump, promete no ser la excepción. La película, simplemente titulada "Dees", profundiza en la vida de una de las figuras más polarizadoras de la historia moderna de Estados Unidos, centrándose en los primeros años de Trump y su relación con Roy Cohn, un notorio abogado conocido por sus despiadadas tácticas y su estrecha asociación con el senador Joseph McCarthy durante la infame caza de brujas anticomunista de la década de 1950.
La película comienza preparando el escenario en la década de 1970, una época en la que Trump estaba emergiendo como un actor importante en la escena inmobiliaria de Nueva York. Trump, quien es retratado por un actor estrella en ascenso, es representado como un individuo joven, ambicioso y algo imprudente, ansioso por forjar su nicho en una ciudad donde las apuestas eran increíblemente altas. La narrativa presenta rápidamente a Roy Cohn, una figura que se convertiría en una influencia fundamental en Trump. Cohn, retratado con escalofriante intensidad, es representado no solo como un mentor de Trump, sino también como alguien que encarna el despiadado y moralmente ambiguo mundo de las finanzas y la política en el que Trump prosperaría.
La relación entre Trump y Cohn es uno de los temas centrales de la película. Profundiza en cómo los métodos y filosofías de Cohn moldearon significativamente el enfoque de Trump hacia los negocios y la vida. Cohn, que anteriormente se había desempeñado como abogado principal del senador McCarthy, era conocido por sus agresivas tácticas legales y su creencia en ganar a cualquier precio. Esta mentalidad, como se retrata en la película, era algo que Trump absorbió y llevó a sus propios tratos, tanto en el mundo de los negocios como más tarde en la política.
La película no rehuye los aspectos más oscuros de la vida de Trump. Una de las escenas más comentadas involucra una representación gráfica de Trump sometido a un procedimiento de liposucción, que se representa como una metáfora de su obsesión por la apariencia y la percepción pública. Esta escena por sí sola ha provocado un debate considerable, con los críticos argumentando que cruza la línea hacia el sensacionalismo. Sin embargo, los cineastas lo han defendido como un comentario necesario sobre las presiones de la imagen en el mundo que habita Trump.
Quizás el aspecto más controvertido de la película es su representación de la presunta violación de Ivana Trump, la primera esposa de Donald Trump. La película retrata este incidente en una escena desgarradora e intensa, con la actriz búlgara Maria Bakalova interpretando a Ivana. La escena se basa en acusaciones que Ivana hizo durante sus procedimientos de divorcio a principios de la década de 1990, donde afirmó que Trump la había agredido. Aunque estas acusaciones se retractaron más tarde, y el caso nunca fue a juicio, la inclusión de esta escena en la película ha reavivado el discurso público sobre el asunto.
En respuesta a la representación de la película de este incidente, el equipo legal de Trump se apresuró a actuar. Enviaron una carta de cese y desistimiento a los cineastas, exigiendo que la escena fuera eliminada y amenazando con acciones legales. La carta describió la representación de la película como una "difamación maliciosa", y acusó a los cineastas de intentar dañar la reputación de Trump a través de representaciones falsas y exageradas.
Para entender el alcance completo del impacto de la película, es importante profundizar en el personaje de Roy Cohn y su influencia en Donald Trump. Roy Cohn no era solo un abogado; era un corredor de poder en el sentido más verdadero. La carrera de Cohn estuvo marcada por una búsqueda implacable del poder y un desprecio por las normas éticas. Su papel en las audiencias de McCarthy de la década de 1950 lo hizo infame, pero fue su trabajo posterior como abogado de algunas de las figuras más poderosas de Nueva York lo que consolidó su legado.
En la película, Cohn es representado como un mentor de Trump, alguien que le enseña las cuerdas de navegar por las aguas a menudo turbias de los bienes raíces y la política de Nueva York. La filosofía de Cohn de nunca admitir la derrota, siempre atacar y usar el sistema legal como arma, se convirtió en una piedra angular del propio enfoque de Trump. Esta relación es retratada como una fuente de fortaleza y una caída moral para Trump, lo que sugiere que su alianza con Cohn lo puso en un camino que eventualmente llevaría a las controversias y escándalos que han marcado su carrera.
El estreno de la película en Cannes fue recibido con una recepción mixta. Por un lado, fue elogiado por su audacia y las fuertes actuaciones de su elenco, particularmente el actor que retrata a Trump y María Bakalova como Ivana. Los críticos señalaron que la película no se contuvo en su representación de los defectos de Trump y el mundo moralmente ambiguo que habitaba. Sin embargo, otros criticaron la película por lo que vieron como un enfoque excesivamente sensacionalista, argumentando que cruzó la línea hacia la difamación.
El frenesí mediático que rodeaba la película fue intenso. El propio Trump acudió a las redes sociales para expresar su descontento, afirmando que emprendería acciones legales contra los cineastas y cualquier persona involucrada en la producción. Describió la película como una "pieza de propaganda repugnante" y acusó a los cineastas de tratar de reescribir la historia para servir a sus propias agendas políticas.
Más allá de las controversias inmediatas, la película también plantea preguntas importantes sobre la naturaleza del poder y la corrupción en Estados Unidos. Al centrarse en los primeros años de Trump y su relación con Cohn, la película sugiere que las semillas de las acciones posteriores de Trump se plantaron hace mucho tiempo. La representación de Trump como producto de un sistema corrupto y despiadado es un comentario sobre los temas más amplios de desigualdad y decadencia moral que continúan plagando a la sociedad estadounidense.
La película también toca el tema de la manipulación de los medios, algo que ha sido un aspecto central de la carrera de Trump como hombre de negocios y como político. El retrato de la obsesión de Trump con su imagen, y su voluntad de hacer todo lo posible para protegerla, es un reflejo de las formas en que los medios y el poder están entrelazados en la América moderna.
A medida que se acerca el estreno de la película en Estados Unidos, es probable que la batalla legal entre Trump y los cineastas aumente. El equipo legal de Trump ya ha dejado claro que buscarán todas las vías legales disponibles para evitar que la película se muestre, o al menos para que se eliminen las escenas más controvertidas. Esta batalla no es solo sobre la película en sí, sino sobre el tema más amplio de la libertad de expresión y los límites de la expresión artística.
Los cineastas, por otro lado, han apoyado su trabajo, argumentando que la película es una exploración legítima de la vida temprana de Trump y las influencias que lo dieron forma. Han señalado que gran parte del material de la película está basado en eventos bien documentados y que han cuidado de evitar el sensacionalismo siempre que sea posible. Sin embargo, también reconocen que la película pretende provocar y impugnar, y están dispuestos a defenderla ante el tribunal si es necesario.
La reacción del público a la película ha sido predeciblemente dividida. Los partidarios de Trump se han unido en su defensa, argumentando que la película es una representación injusta y sesgada de su líder elegido. Muchos han recurrido a las redes sociales para expresar su indignación, y ha habido llamados a un boicot a cualquier teatro que muestre la película.
Por otro lado, los críticos de Trump han elogiado la película por su retrato inquebrantable de la vida temprana de Trump y las influencias que lo dieron forma. Sostienen que la película es un recordatorio importante de los peligros del poder sin control y de los compromisos morales que a menudo la acompañan. Para muchos, la película es vista como un contrapeso necesario a la imagen cuidadosamente curada que Trump ha proyectado a lo largo de su carrera.
A medida que se acerca la fecha de estreno de "Dees", está claro que la película tendrá un impacto significativo en el debate en curso sobre el legado de Trump. Si la película es vista en última instancia como un retrato justo y preciso o como un éxito sensacionalista dependerá de la perspectiva de uno. Sin embargo, no hay duda de que la película provocará discusión y debate, no solo sobre el propio Trump, sino sobre los temas más amplios del poder, la corrupción y la manipulación de los medios en Estados Unidos.
La exploración de la película de la vida temprana de Trump, su relación con Roy Cohn y los aspectos controvertidos de su vida personal probablemente serán analizados y debatidos en los próximos años. Al final, "Dees" puede ser recordada no solo como una película sobre Donald Trump, sino como un reflejo del estado dividido y polarizado de la sociedad estadounidense en el siglo XXI.
Los cineastas han asumido un riesgo audaz al crear una película que desafía la narrativa cuidadosamente elaborada que Trump ha construido a su alrededor. Queda por ver si este riesgo vale la pena en términos de aclamación crítica o victoria legal. Lo cierto es que "Dees" ya ha tenido éxito en uno de sus objetivos principales: provocar conversación y obligar a la gente a enfrentar las complejidades y contradicciones de una de las figuras más controvertidas de la historia moderna.
Al final, el legado tanto de la película como del propio Trump se moldeará no solo por lo que sucede en la sala del tribunal, sino por cómo el público y los historiadores eligen recordar e interpretar estos eventos. La historia de Donald Trump, contada a través de la lente de "Dees", es una historia que continúa desarrollándose, con nuevos capítulos escritos todos los días.
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