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En septiembre de 2024, los jubilados y pensionados que cobran sus haberes a través de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) recibirán un extra significativo, un bono previsional de $70.000. Este bono está destinado a quienes perciben una jubilación mínima, la Prestación Universal para el Adulto Mayor (PUAM), o una Pensión No Contributiva (PNC). A continuación, se detallará a qué jubilados corresponde este bono, cuándo se cobrará, y cuál es la razón detrás de este pago extraordinario.
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El bono de $70.000 se otorga a los jubilados y pensionados que reciben el haber mínimo, es decir, aquellos cuyos ingresos previsionales no superan el monto establecido como jubilación mínima. Asimismo, también les corresponde a los beneficiarios de la PUAM y las Pensiones No Contributivas. Este bono es parte de las medidas que ha tomado el Gobierno Nacional para reforzar el poder adquisitivo de los jubilados y pensionados, en particular ante el aumento sostenido de la inflación y el impacto que esta tiene sobre el costo de vida de los adultos mayores.
Este bono no es algo nuevo, ya que se viene implementando desde el año anterior como una manera de mitigar los efectos de la inflación en los sectores más vulnerables, como lo son los jubilados que perciben haberes mínimos. En marzo de 2024, el Gobierno decretó la continuidad de estos bonos extraordinarios, los cuales varían en monto según los ingresos de los beneficiarios. En septiembre, el bono se mantiene en $70.000 para quienes cobran el haber mínimo.
El bono previsional tiene el objetivo de compensar la pérdida del poder adquisitivo causada por la inflación. Según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), la inflación interanual ha alcanzado cifras alarmantes en los últimos meses, y se espera que continúe en ascenso, lo que genera una presión significativa sobre los ingresos fijos, como son los haberes jubilatorios. Con este bono, el Gobierno busca aliviar en parte el impacto de la inflación sobre los jubilados y pensionados, quienes en su mayoría destinan gran parte de sus ingresos a cubrir necesidades básicas como alimentos, medicinas y servicios.
Además, este bono tiene un efecto positivo en el consumo interno, ya que al aumentar el poder adquisitivo de los jubilados, se espera que una parte significativa de ese dinero extra sea destinada a la compra de bienes y servicios, lo que a su vez dinamiza la economía.
El incremento del 4,03% en las jubilaciones, que también se aplicará en septiembre, forma parte de la Ley de Movilidad Jubilatoria, que establece ajustes trimestrales en función del índice de precios al consumidor (IPC) y de los salarios. Sin embargo, este ajuste no siempre es suficiente para mantener el nivel de vida de los jubilados, especialmente en contextos de alta inflación. Es por eso que se suman bonos extraordinarios como el de $70.000.
El bono de $70.000 se otorga de manera completa a aquellos jubilados y pensionados que reciben el haber mínimo o un monto equivalente. En el caso de aquellos que cobran por encima del haber mínimo, el bono se ajusta de manera proporcional, hasta llegar a un límite establecido por el decreto correspondiente. De acuerdo al decreto 783/2024, los beneficiarios que perciban más de la jubilación mínima recibirán una suma menor en concepto de bono, la cual se va reduciendo de manera progresiva a medida que aumenta el haber previsional, hasta alcanzar un tope máximo de $304.540.
Esto significa que aquellos que reciben más de la jubilación mínima, pero menos del monto máximo establecido, recibirán una parte proporcional del bono, dependiendo de cuánto excedan el haber mínimo. Esta modalidad busca que el bono sea equitativo y que llegue a quienes más lo necesitan, es decir, a aquellos con ingresos previsionales más bajos.
El bono se abonará junto con los haberes correspondientes al mes de septiembre, y su pago se distribuirá según la finalización del número de Documento Nacional de Identidad (DNI) del beneficiario. El cronograma de pagos es el siguiente:
Jubilaciones y pensiones que no superen el haber mínimo:
DNI terminados en 0: 9 de septiembre
DNI terminados en 1: 10 de septiembre
DNI terminados en 2: 11 de septiembre
DNI terminados en 3: 12 de septiembre
DNI terminados en 4: 13 de septiembre
DNI terminados en 5: 16 de septiembre
DNI terminados en 6: 17 de septiembre
DNI terminados en 7: 18 de septiembre
DNI terminados en 8: 19 de septiembre
DNI terminados en 9: 20 de septiembre
Jubilaciones y pensiones que superen el haber mínimo:
DNI terminados en 0 y 1: 23 de septiembre
DNI terminados en 2 y 3: 24 de septiembre
DNI terminados en 4 y 5: 25 de septiembre
DNI terminados en 6 y 7: 26 de septiembre
DNI terminados en 8 y 9: 27 de septiembre
Pensiones No Contributivas (PNC):
DNI terminados en 0 y 1: 9 de septiembre
DNI terminados en 2 y 3: 10 de septiembre
DNI terminados en 4 y 5: 11 de septiembre
DNI terminados en 6 y 7: 12 de septiembre
DNI terminados en 8 y 9: 13 de septiembre
Este cronograma asegura que los jubilados y pensionados reciban su bono y haberes de manera organizada y en las fechas correspondientes, según el último dígito de su DNI. Esto ayuda a evitar aglomeraciones en los bancos y facilita la atención a los beneficiarios.
El bono extraordinario de $70.000 representa un incremento significativo en el ingreso de los jubilados y pensionados que perciben el haber mínimo. A continuación, se detallan los montos totales que recibirán diferentes tipos de beneficiarios en septiembre:
Jubilación mínima: $234.540 (haber mínimo) + $70.000 (bono extraordinario) = $304.540
PUAM: $187.632 + $70.000 (bono extraordinario) = $257.632
Pensiones No Contributivas: $164.178 + $70.000 (bono extraordinario) = $234.178
Jubilación máxima: $1.578.234 (no corresponde bono)
Estos montos reflejan el impacto directo que tiene el bono en el bolsillo de los jubilados, especialmente en aquellos que perciben los haberes más bajos, quienes ven incrementado su ingreso mensual de manera considerable. En el caso de la jubilación mínima, por ejemplo, el ingreso total en septiembre superará los $300.000, lo que representa una mejora significativa en comparación con los haberes recibidos en meses anteriores.
Para quienes aún no han iniciado el trámite de jubilación, la Anses pone a disposición un sistema online que facilita el acceso a la jubilación. A continuación, se describen los pasos a seguir para iniciar el trámite jubilatorio:
1. Ingreso al sitio oficial de Anses: El primer paso es ingresar al portal oficial de Anses, en donde se deberá hacer clic en el apartado “Mi Anses”. Allí, se requerirá el número de CUIL y la Clave de la Seguridad Social para acceder a la cuenta personal.
2. Verificación de aportes registrados: Una vez dentro de “Mi Anses”, se debe verificar que todos los aportes laborales estén debidamente registrados. Esto se puede hacer a través de la opción "Trabajo > Consultar Historia Laboral", donde se podrá revisar el historial de aportes.
3. Resolución de faltantes: En caso de que se detecten faltantes de aportes, será necesario presentar la documentación que acredite el período trabajado. Entre los documentos que pueden ser presentados se incluyen comprobantes de certificación de servicios, recibos de sueldo, comprobantes de afiliación a una obra social o una Declaración Jurada. También deberá completarse el formulario 6.18, que corresponde a la solicitud de prestaciones previsionales.
4. Solicitud de turno en Anses: Una vez verificados los aportes y completados los formularios correspondientes, se debe solicitar un turno en una de las oficinas de Anses. En la fecha del turno, es importante que el solicitante se presente con su Documento Nacional de Identidad (DNI).
Este proceso permite que quienes estén en condiciones de jubilarse puedan hacerlo de manera ágil y sencilla, accediendo a los beneficios previsionales que les corresponden por los años trabajados y aportados al sistema.
El bono de $70.000 para jubilados y pensionados tiene un impacto significativo no solo en los beneficiarios, sino también en la economía en general. Al inyectar una suma considerable de dinero en el bolsillo de los jubilados, se espera que este bono contribuya al aumento del consumo interno, lo que a su vez puede tener efectos positivos en diversos sectores económicos, como el comercio y los servicios.
Sin embargo, el bono también plantea desafíos para las finanzas públicas, ya que representa un esfuerzo fiscal importante por parte del Estado.
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